Con ‘America The Beautiful’ el “genio” de la música estadounidense Ray Charles, del que ayer se cumplen dos décadas de su muerte, compuso una canción de amor a un país que nunca pudo ver con sus propios ojos, pero que se convirtió en un himno patriota imperecedero al tiempo.
El legendario cantante, pionero en el género del soul durante la década de 1950, cuando Estados Unidos se recuperaba de las heridas de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a despuntar en la música a sus cinco años, cuando aprendió a tocar el piano.
Su vida personal, no obstante, estuvo marcada por la ceguera que le provocó un glaucoma a los seis años, así como las muertes de su padre cuando tenía diez años, de su madre a los 15 y de su hermano, quien falleció ahogado en la bañera donde su madre solía hacer la colada.
El camino a la fama pasa por Georgia
El que luego fue conocido como “el genio” por su relevancia en el género soul, grabó su primer disco, ‘Confession Blues’, en 1949, aunque la canción que consolidó su fama fue ‘Georgia on my mind’ (1960), un homenaje al estado donde nació en 1930.
Pese a no tratarse de una composición propia, el pianista estadounidense hizo famoso este tema en todo el país y en 1979 se oficializó como la canción del estado de Georgia.
Su imborrable huella abarcó más de 50 años que destacaron por su increíble dominio de la música tradicional negra (gospel y blues), géneros con los que experimentó hasta sus límites y los mezcló con otros géneros populares como el country -estilo blanco- y el rock.
Su voz ronca y sus grandes gafas negras que combinaba con chaquetas de brillantes colores y un frenético movimiento mientras tocaba el piano se convirtieron en un símbolo de identidad para el cantante estadounidense, que luchó durante 20 años contra su adición a la heroína.
Ray Charles, símbolo de la música afroamericana
En su dilatada carrera ganó 17 premios Grammy y fue uno de los pocos intérpretes negros que llegó al número uno de la lista ‘Country’ de la revista musical ‘Billboard’, con un dueto con Willie Nelson interpretando ‘Seven Spanish Angels’.
‘America the Beautiful’ (1972) llevó a Ray Charles a la Casa Blanca para que interpretara este homenaje a EE.UU. al entonces presidente Richard Nixon (1969-1974).
En 1981 también actuó en la toma de posesión de Ronald Reagan (1981-1989) y se le otorgó una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.
Su última aparición pública tuvo lugar a finales de abril de 2004, cuando acudió en silla de ruedas, acompañado por el actor Clint Eastwood, a un homenaje organizado por la ciudad de Los Ángeles, donde residía.
Su último álbum, ‘Genius Loves Company’, fue publicado en agosto de ese año, dos meses después de su muerte a los 73 años, y resultó ser uno de sus mayores éxitos: vendió más de cinco millones de copias y fue galardonado con ocho premios Grammy.
En octubre de 2004, la vida del cantante estadounidense llegó a la gran pantalla. Jamie Foxx protagoniza la cinta ‘Ray’, en la que representó la historia de “el genio”, convirtiéndose en una de las películas biográficas sobre músicos más taquilleras de la historia, recaudando más de 125 millones de dólares en taquilla, según el sitio web del legendario artista estadounidense.